Era un Martes Santo de 2014, por la tarde, a eso de las 16:00h., justo en la entrada a Carrera Oficial en Campana (Sevilla). Llegaba la Hermandad del Cerro del Águila. El calor era importante y la gente allí congregada era mucha. Las filas de nazarenos eran bien colocadas por los Diputados de tramo de la Hermandad. Todos y cada uno de los nazarenos iban en riguroso silencio, guardando la compostura y se mascaba un aire de expectación, más aún cuando se oían los sones de la Banda del Sol y cómo la gente iba vitoreando a la Virgen a la que agasajaban, a su paso, con petaladas de flores. Y entre todo...esta escena que resulta más que impactante.
¡Hay que ver lo que puede hacer la devoción de un cofrade! ¡Ante la Fe y el amor a una Hermandad y sus Titulares, hay pocas cosas que se resistan!
¡El amor cofrade lo puede casi todo y algunos cofrades son todo coraje!
No hay comentarios