Fuiste ultrajado, escarnezido por la vileza de los hombres, dejado en soledad, inmisericordemente castigado y sentenciado a muerte.
Tú, Señor, sin embargo, a nadie guardaste rencor. En silencio escuchaste los insultos y la pena injusta que se te imponía.
Señor, sabías que tu Amor por la Humanidad era tan grande que una muestra de él era entregarte por nuestra Salvación.
Te leyeron la sentencia de muerte que era tu compromiso de fidelidad para con nosotros.
En Ti confiamos, a Ti pedimos:
¡Ayúdanos, acompáñanos, perdónanos, te queremos!
Montaje de ¡Al Cielo, Cofrade!
Interesados en tener la foto contactar con: alcielocofrade@gmail.com
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