Todos conocemos que a Cristo,
en su Cruz, le pusieron un cartel rematando la misma donde indicaban quién era.
Esa pieza de madera, es el Titulus damnationis
(Título de la condena) como lo llamaban los romanos.
La tabla tiene bordes muy deteriorados y una parte del margen superior se perdió lo que impide leer el texto en hebreo que tiene grabado, mientras que tiene casi intacto el lado izquierdo.
Fue a raíz del viaje
que hiciera la Emperatriz Helena a Jerusalén (entorno al 325 d.C.), con la
intención de descubrir el emplazamiento donde Jesucristo murió y donde fue
sepultado, cuando se halló ésta y otras reliquias (entre ellas la Cruz). Así
aparece reflejado en Historia
Eclesiástica (cf. X7), obra del historiador Rufino:
(…) Elena, la madre de Constantino, una mujer incomparable por fe,
religiosidad, inigualable grandeza moral, se fue de viaje (...) a Jerusalén y
allí se informó entre sus habitantes acerca del lugar en el que el cuerpo de
Jesús había sido clavado a la cruz. Este lugar era muy difícil de individuar
porque los primeros perseguidores habían erigido allí una estatua a Venus, ya
que, cuando un cristiano quería venerar a Cristo en aquel lugar, parecía que
rendía culto a Venus. Por esta razón, aquel lugar era poco frecuentado y casi
había caído en el olvido".
De hecho, Macario, obispo
de Jerusalén indicó al emperador Constantino, el año 331, la aparición de tres
cruces cerca del casco urbano de Jerusalén; una tenía un trozo de madera unido
a un stipe que es el travesaño
vertical de las cruces. Esa pieza de madera que estaba escrita y unida al stipe fue mandada separar por Helena,
madre de Constantino, de modo que una parte (la tabla conservada) viajase a
Roma, la ciudad imperial, y otra quedase en Jerusalén (parte derecha de la que
las crónicas hablan hasta el s.VI d.C. pero que desapareció).
Juan 19, 19-22:
“Escribió un título y
lo puso sobre la cruz; estaba escrito: Jesús Nazareno, Rey de los judíos.
Muchos de los judíos leyeron este título, porque estaba cerca de la ciudad el
sitio donde fue crucificado Jesús, y estaba escrito en hebreo, en latín y en
griego".
La tablilla indicaba
la causa poenae, es decir, “la causa de la pena” y esta pena era
la de ser “Rey de los judíos”.
Pero... ¿Por qué poner “Rey
de los judíos” en esa tablilla? Pues se puso porque realmente era la acusación de pretensión
de realeza alegada por el Sanedrín ante los romanos, aunque realmente lo
que los judíos no aceptaban era que Jesús se declarase Mesías e Hijo de Dios.
Esto fue utilizado como pretexto por Pilato que lo aceptó como “causa” de la condena: “el acusado ha sido identificado como el rey de los judíos”. Y es que un juez romano no podía acusar a un judío por disputas religiosas (esto no era de su competencia). No podía castigar a Jesús por ser “Mesías”, pero sí podía castigarlo y juzgarlo como opositor a la jurisdicción romana y oponente político.
Por tanto ha de quedar claro que si Pilato hubiera hecho caso a los miembros del Sanedrín y hubiera acusado a Jesús por un asunto religioso fuera de su competencia, podría haber sido acusado por procedimiento ilegal.
Esto fue utilizado como pretexto por Pilato que lo aceptó como “causa” de la condena: “el acusado ha sido identificado como el rey de los judíos”. Y es que un juez romano no podía acusar a un judío por disputas religiosas (esto no era de su competencia). No podía castigar a Jesús por ser “Mesías”, pero sí podía castigarlo y juzgarlo como opositor a la jurisdicción romana y oponente político.
Por tanto ha de quedar claro que si Pilato hubiera hecho caso a los miembros del Sanedrín y hubiera acusado a Jesús por un asunto religioso fuera de su competencia, podría haber sido acusado por procedimiento ilegal.
El carácter
trilingüe del títulus se relaciona con un
hecho común para los carteles públicos de la zona en esa época. El I.N.R.I.,
estaba escrito en hebreo (arameo) como lengua
local del pueblo, en latín porque era la lengua de la
administración imperial romana y en griego porque era el idioma
común y culto de todo el imperio romano, el cual se usaba en las transacciones comerciales,
contratos, estudios y en los procesos jurídicos.
Como curiosidad, las
letras aparecen invertidas, es decir escritas de derecha a izquierda, por lo que podemos
deducir que hubo de ser escrito por un judío, acostumbrado a escribir en su
lengua materna (de derecha a izquierda), un hombre sin gran cultura ni dominio de los
idiomas, de ahí los errores al escribir en latín y en griego (porque en griego se debería
escribir “Nazarios” en lugar de “Nazarenos”).
Las letras si fuesen escritas de
izquierda a derecha, se leerían así:
Lo que se
puede leer es:
1ª línea En
hebreo: (es ilegible) pero la grafia es propia del tipo de
escritura del s.I-IV d.C.
2ª línea en griego: (…) NAZARENOS (…) Con la Epsilon tal
y como se escribía en el s.I d.C.
La letra omicron también está escrita según la grafia usada en el s.I d.C. (no se usó entre el s.II-IV d.C. y volvió a partir del s. VI en el Imperio Bizantino).
La letra omicron también está escrita según la grafia usada en el s.I d.C. (no se usó entre el s.II-IV d.C. y volvió a partir del s. VI en el Imperio Bizantino).
3ª línea en latín: (…) NAZARINVS RE (…)
El texto, tal cual, se parece al texto evangélico de San Juan (Jn, 19:19),
dado que es el único en el que aparece
la palabra Nazareno.
El texto completo que debió tener la tablilla sería:
1ª línea en
hebreo:
ישוע הנצרי מלך היהודים = - ioshua ha-notzri melej ha-iehudim = Jesús Nazareno Rey de los Judíos
( י – ה – מ – ה: siglas IHMH )
ישוע הנצרי מלך היהודים = - ioshua ha-notzri melej ha-iehudim = Jesús Nazareno Rey de los Judíos
( י – ה – מ – ה: siglas IHMH )
2ª línea en griego:
IC=ΙΗΣΟΥΣ ΧΡΙΣΤΟΣ =Jesús Cristo
NAZARΣNOC=Nazareno
ΒΑΣΙΛΕΥΣ=Rey
IOΔAIΩN= Judíos (siglas INBI )
IC=ΙΗΣΟΥΣ ΧΡΙΣΤΟΣ =Jesús Cristo
NAZARΣNOC=Nazareno
ΒΑΣΙΛΕΥΣ=Rey
IOΔAIΩN= Judíos (siglas INBI )
3ª línea en latín:
I=Jesús
NAZARENVS=Nazareno
REX=Rey
IUDAEORVM=Judíos (siglas INRI )
I=Jesús
NAZARENVS=Nazareno
REX=Rey
IUDAEORVM=Judíos (siglas INRI )
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