En este artículo hablaré de la corona de espinas que Jesucristo llevó, como burla y escarnio, durante su Pasión y Muerte.
Dicha corona fue realizada usando los espinos que crecían en la región, determinando los estudios sobre la Sábana Santa de Turín, que la especie empleada fue el "Ziziphus jujuba" (conocida como Azufaifo).
Este arbusto posee durísimas y muy agudas espinas, capaces de penetrar en el cuero cabelludo y llegar hasta el hueso donde son capaces de clavarse, con lo que el tormento del reo sería más que imaginable.
Curiosamente, en las imágenes de Crucificados solemos ver la habitual corona de espinas en forma de aro que recorre el cráneo, pero si nos remitimos al relato de los Evangelios de San Mateo y San Juan, en ellos se indica que la corona de espinas se puso sobre la cabeza de Jesucristo y no a su alrededor.
Evangelio de San Mateo (27,29)
Traducción del griego clásico al español:
"Y trenzando una corona de espinas se la pusieron sobre su cabeza".
(En el texto griego subrayo el término "epí" que significa sobre)
Nuevamente si nos remitimos a los análisis, en este caso anatomopatológicos, realizados sobre la Sábana Santa de Turín, las marcas presentes sobre el tejido, coincidentes con la anatomía del cuerpo, y en este caso las marcas que coinciden con la cabeza, revelan que Jesús de Nazaret tuvo sobre su cabeza un casco de espinas, un "pileus", tal y como era costumbre que fueran las coronas en las sociedades orientales.
El "pileus" era una especie de casquete, en este caso hecho de ramas espinosas, que cubría toda la cabeza, desde la frente y sienes hasta la nuca, cuyas espinas tan largas, duras y agudas, dañaban tremendamente el frágil cuero cabelludo para llegar al hueso craneal.
¡Qué dolor tan brutal debió haber tenido Jesucristo con semejante elemento de tortura, que hasta con el más mínimo movimiento sería insoportable, pero más aún si tenemos en cuenta que, para mayor tortura, Jesús recibió innumerables golpes sobre el rostro y sobre el propio casco de espinas!
Esta corona le fue colocada a Jesucristo tras haber sido azotado entre golpes y burlas pues como dice San Marcos en su Evangelio:
"Le golpeaban la cabeza con una caña y le escupían"
Pero es que la corona se la volvieron a quitar para poner nuevamente cuando le vistieron a Jesús con la túnica antes de partir hacia el Monte Gólgota para ser crucificado, por lo que podemos imaginar el enorme dolor al quitar esa corona de espinas tan clavadas en la piel que se desgarraría para luego volver a sufrir otra vez colocada sobre la cabeza. Y no olvidemos que Jesús caminó hacia su crucifixión con un gran y pesado travesaño de madera sobre sus hombros, oprimiendo la zona de la nuca y parte trasera de la cabeza también cubiertas por el casco de espinas. Y no hay que olvidar que Jesús cayó varias veces al suelo agotado físicamente y que una de esas espinas de la corona, se le clavó profundamente en la frente en esa circunstancia.
El desgarro en la piel, la hemorragia abundante y el dolor por esta tortura debió ser indescriptible.
Pese a todo, Jesucristo padeció su dolor para redimirnos del pecado; todo por Amor a la Humanidad.
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Quién es el autor del artículo sobre la corona de espinas?
ResponderEliminarJesucristo pasó mayor dolor del que podemos imaginar
ResponderEliminarpoderoso Dios , grande en misericordia.
ResponderEliminarRealmente diele con solo escuchar esto asta una lagrima mesaco
ResponderEliminar"Las almas que hayan contemplado y honrado mi corona de espinas en la tierra, serán mi corona de gloria en los cielos"
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